Te dijeron que tu depresión era incurable.



Te han convencido de que no es tu culpa y no eres capaz de dominarla. De que si estás deprimido es porque lo heredaste de tus padres, o porque no produces los químicos en tu cerebro que te hacen ser feliz.
Te convencieron también de que debes tomar pastillas o algún tipo de medicamento para mantenerte “feliz” o al menos sedado. Te han hecho creer que el dolor que sientes es por eso, no por eventos que te marcaron en tu infancia o en la actualidad. No te has animado a adentrarte al dolor y has preferido bloquearlo.

El psicólogo quiere ayudarte a que le encuentres sentido a la vida, pero no te atreves a contar lo que realmente te duele, lo que de verdad te afecta. Lo que no quieres que alguien se entere, y solo le dices lo que te conviene. Eres víctima de la vida y de ti mismo, eres tu peor enemigo.

Quieres alivio pero no una cura. Sabes que la cura es dolorosa, y solo anestesias tu ser. “La depresión me tiene así y no puedo hacer nada, estoy condenado a vivir así para siempre”.
Te alejas, te aíslas, y te justificas detrás de esta enfermedad. Te sigues auto infringiendo dolor sintiéndote ajeno al mundo, a tus amigos, a tu familia…

Si alguien se atreve a decirte que todo está en ti, que es posible ser feliz y sacar de ti la depresión, te enojas. Te molestas porque sabes que es verdad y no quieres hacerlo, porque es más cómodo vivir así, echándole la culpa a los demás.

¿Sabes que es lo peor de todo? Que cada vez alejas más y más a las personas que te quieren, que se preocupan por ti, porque eres tan egoísta que crees que sólo tú sufres, sin darte cuenta como afectas a los demás. Te crees el centro de atención, aunque lo niegues, aunque digas y creas que con tu existencia solo estorbas… sabes que no es así.

Quieres llamar la atención, tu actitud es un grito desesperado por ser tomado en cuenta, porque los demás te apapachen y hagan caso a tu capricho de que la vida no tiene sentido.

Tal vez sí, has pasado por muchas cosas. Has sido herido muchas veces en tu vida: no tuviste lo que querías, tus papás te abandonaron, tu pareja decidió seguir sin ti, no has logrado ninguna de las metas que te habías propuesto… duele, claro que duele. Pero si te quedas dando vueltas y teniendo lástima de ti mismo, jamás saldrás de ese círculo vicioso. Estas convencido de que no sirves para nada, de que viniste a este mundo a sufrir… y ¿sabes qué? Vives en un drama que tú solo te has creado, es un sufrir y sufrir, y sufres porque quieres.

Te duele admitirlo. Te cuesta darte cuenta que es verdad, que estás sufriendo por que así lo quieres, porque como ya lo dije, es más cómodo dejarse llevar por la corriente que levantarte y luchar contra de ella. Sufrir es opcional, las cosas pasan y duelen, eso es inevitable, pero depende de ti que haces con ese dolor, si te quedas ahí instalado en él o si aprendes de él.

Cada cosa que vives, cada cosa que te pasa, depende de ti si es un aprendizaje para mejorar o una pretexto más para hundirte en la depresión.

Come bien, haz ejercicio, lee, sal, aprende algo nuevo que te ocupe… escribe lo que sientes… saca lo mejor de lo peor, porque créeme que la satisfacción de lograr hacer las cosas a pesar de no tener ganas de hacerlas, es mayor que esperar a que te den ganas de hacer algo de tu vida.
Enfréntate a ti, al dolor, a esa depresión. No dejes que te hagan creer que no puedes hacer nada, más que aprender a vivir con ella. Esos químicos de tu cerebro no te definen. Identifica la depresión, hazte amiga de ella, reconcíliate contigo y después con el mundo.
Todo depende de ti, si no estás bien contigo no puedes estar bien con nadie. Si no vives en paz ni apaciguas a tus demonios, seguirás dañando a los que quieres, seguirás estando solo porque tus acciones son contrarias a lo que quieres.

Quieres que te quieran, que las personas no se alejen, que alguien te ame, que tus metas se cumplan, pero desgraciadamente no pasa por arte de magia.  Por el momento, la gente que te quiere necesita también ver por su bien, y tal vez tú no les haces bien; no te preocupes, las que verdaderamente estarán, al final ahí seguirán, las que no, no importa, la vida sigue y la vida te traerá más personas que enriquecerán tu vida.

Por el momento, eso no importa. Importa que te levantes y digas basta, basta de sufrir por sufrir, basta de no disfrutar la vida. Busca tu crecimiento espiritual, creas en lo que creas, aférrate a ese Dios o poder superior y pídele que te de la fortaleza, la que viene dentro de ti.
Solo tú eres el cielo y el infierno. Solo de ti depende tu felicidad, deja de buscarla fuera en las cosas y en las personas. Toda la vida has hecho eso y mira cómo estás. La culpa no es de tu papá, ni de tu mamá… la regaron tal vez, pero tu felicidad no depende de ellos. Es tu vida, eres responsable de hacer algo bueno de ella. Sé feliz, aunque te cueste hoy levantarte de tu cama y afrontar el día a día… llegará un punto en el todo pasará, solo ten fe y haz algo por ti.

Y si aún tienes pretextos y leer esto te ha molestado porque crees que nadie te entiende, solo otra persona que pasa por lo mismo, déjame decirte que se de lo que hablo porque lo he vivido. Pase por todo esto y sé que se puede. No me vengas a decir que no tienes ganas de vivir cuando hay tantas personas que están muriendo por alguna enfermedad y quisieran tener más tiempo para vivir más cosas.

No me digas que estás solo, porque no es así. Seguro hay alguien que te escucha o te acompaña, pero no te has dado cuenta porque tu atención está en los que se alejaron o te dejaron. Mejor, disfruta de quienes están y no te preocupes por los que no, cada quien tiene sus luchas personales.
Sal de ese estado apático, deja de culpar a todos y a todo y hazte responsable de tu vida, sí se puede, no todo está perdido, pero si sigues pensando que sí, así será.

Comentarios

  1. Realmente gracias por compartir tus reflexiones y a ti misma, personalmente me ayudó leerte, te mando un abrazo y deseo que sigas creciendo como hasta ahora, estoy muy feliz por ti de que des testimonio de confianza y esperanza a los demás; perdona lo cursi♥ Dios te bendiga en cada paso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchas gracias :) espero me sigas leyendo y te siga ayudando, te mando un abrazo grandeeeee!!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

“Soy una mierda” o eso quiero creer

Una conclusión...